Asesinato es la palabra que mejor describe esta felonía; la nota dice lo siguiente:
-Veintiún caballos del equipo La Lechuza Caracas murieron el domingo 19 de Abril, cuando se disponian a disputar un partido por la rueda clasificatoria del Abierto de los Estados Unidos, en el International Polo Club Palm Beach, Florida. El equipo confirmó a través de un comunicado, que todos los caballos que murieron, fueron inyectados con un compuesto en base a vitamina B, potasio, magnesio y selenio.
El laboratorio Frank´s Pharmacy reconoció haber sido el responsable de elaborar el preparado que fue suministrado a los caballos fallecidos, y admitió que "la cantidad de uno de los ingredientes empleados en la medicación fue incorrecta".
Sólo la Food and Drug Administration (FDA), puede aprobar qué medicamentos pueden producirse y comercializarse en los Estados Unidos.
Los miembros del equipo niegan haber administrado este compuesto a los caballos para potenciar su resistencia, pero la necropcia a los caballos revela otra información:
Mientras que el Biodyl original requiere 1mg de selenito de sodio por cada ml, fórmula recetada incluía 0,5mg/ml. Sin embargo, el genérico habría sido fabricado con 5mg/ml, es decir, diez veces superior a lo prescripto.
"Si el selenio no se usa bien, puede ser un veneno", había anticipado el veterinario Fernando García, del Hospital Equino Hagyard, de Kentucky. Al conocerse que los caballos habían sufrido edema y hemorragia pulmonar, los estudios sobre componentes tóxicos en tejidos y sangre de los caballos continúa.
Además, que no se haya utilizado Biodyl no exonera de culpas. Según Siobhan DeLancey, vocera de la FDA, la elaboración de un sustituto de un medicamento prohibido puede igualmente ser un delito. La ley permite la imitación de productos prohibidos en casos específicos en los que la salud del animal está en riesgo. Igualmente, aún se desconoce la fórmula exacta del preparado utilizado.-
Finalmente creo que los animales se hacen a la idea de vivir la vida que les ofrecemos. Ellos podrían tener una tranquila vida salvaje, pero los despojamos de sus habitats para adueñarnos de sus tierras y posteriormente de sus vidas. Lo menos que podemos hacer es velar por ellos, darles la felicidad que son capaces de regalar con su sóla presencia.
Que se haga justicia.
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