Springender Hund, 448 x 373. Gemälde von Rudolf Koller, 1856. Óleo en lienzo. |
En las fuentes y etapas por las que todo artista pasa, no debe faltar la representación de los animales y la perspectiva óptica de los mismos. La cosmovisión del pintor, tiene una naturalidad realista y sagaz. Alegre y simplicista con un fuerte detalle de texturas y luz.
El perro de los ochentas, Benji, sería fan de esta plasma de colores de sus ancestros.
El cachorro de la obra, alegre, juguetón, con su cola crispante, a la espera de las dinámicas de juego, transmite cierta familiaridad hogareña. Porta un collar que nos habla de la adopción y de la pertenencia a la familia del autor.
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