A través de tiempo, he notado cómo las personas elegimos pareja y amigos que asemejan nuestros rasgos. Hay incluso un estudio completo sobre los rasgos físicos y faciales en torno a la personalidad. De ahí que podamos ser afines a algunas personas y otras no tanto.
Las mascotas no son la excepción. A sabiendas de que muchos de nosotros nos podremos sentir inspirados millones de veces por nuestros amigos peludos, es un ejercicio recíproco. Por ello, con este trabajo podemos ya sea ver desde los ojos de un perro, o mostrar lo que nos transmite un perro cuando sacude holgada y libremente su pelaje.
De una u otra forma, el abanico de colores y el brillo en los ojos de éste can, nos transporta a ese fantástico mundo de nuestros fieles compañeros.
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